1:37 am.Inspiración. Me gustas.

Te quiero.

Justo ahora 12:40 am.

Aquí sentada otra vez, volviendo a las andanzas de escribir. Feliz.

Me gusta. Me encantan sus ojos de día y sus ojos de noche con sus grandes pupilas dilatadas, hermosamente deslumbrantes. Me gustan sus pestañas cuando despierta le dan ese marco exacto de belleza, me gustas. Me gustas, me gustas!

Me gusta ese hombre. Ese niño. Ese actor. Ese artista. Ojala a él le gusten mis poemas, ojala a él le gusten mis abrazos. Porque a mí me encanta recorrer las escaleras hasta la habitación y verlo despertar, me encanta como adorna esos desayunos con su sonrisa, ligera y grande. Brillante. Me fascina escucharlo hablar siempre de algo importante, algo excitante. Adoro como lucen sus ojos entrecerrados cada vez que me besa y como toma mi mano solo para sentir que es nuestro momento.

Me gusta su cabello luego de que se baña porque luce muy bien peinado y lacio. Me gusta cuando hace bailes absurdos tan solo para hacerme reír y hacerme mejor persona. Me gusta escribir sobre él ya que siempre tiene algo nuevo en él y su hermosura. Me gusta cuando sonríe de esa manera que solo él puede sonreír. Me gusta cómo me mira con esa intensidad que nadie jamás tendrá, me mira el alma. Realmente me MIRA.

Me encanta rodearle los brazos sobre el cuello y obligarlo a caer sobre mi cama tan solo para besarlo y apretarlo contra mí un poco más. Me gusta subir mis piernas sobre las suyas porque se siente tan cálido y cómodo que quisiera pasar muchas horas así. Amo olfatearlo siempre y reconocer juntos nuevos olores. Soy maternal cuando estoy con él y me da igual lo que piensen los demás. Lo quiero. Me fascina como me enseña a estirar las piernas para lograr mi elasticidad, me encanta como estira mi pierna y se acerca lentamente y me besa con sus labios rosados y firmes.

Me gusta como luce con esos lentes de montura transparente y esas lunas negras que apenas me dejan ver sus ojos. Me gusta cuando se pone los lentes arriba como sujetándose el cabello, le da un toque de belleza a su belleza. Me gusta como le queda ese polo de color vino. Me gusta cómo me abraza por detrás cuando voy a abrir la puerta para acompañarlo a la salida, estrujándome fuertemente como si jamás me quisiera soltar.

A veces cuando lo miro de cerca me pregunto si soy digna de tanta dulzura. De tanta felicidad. Luego me besas y me haces entender que estás conmigo y me escogiste a mí para compartir esas conversaciones de madrugada. Me susurras las palabras más lindas que ambos solo sabemos y me derrito y te escucho respirarme una y otra vez y los ojos se me van una y otra vez, te quiero. Y me gustas, me gustas mucho más.
Me quedo contemplándote cuando tan solo te duermes. Me quedo rendida sin que lo sepas, me quedo prendada casi loca. Me quedo divisando cada rincón de tu perfecta anatomía, cada lunar que no sabías que existía. Me quedo  pegada mirando tus pestañas cuando miras para abajo y lees cualquier folleto de por ahí. Me pongo sonriente cuando vamos a nuestros lugares favoritos y tomo instantáneas de esos momentos. Te retrato siempre, siempre, siempre. Y lo sabes.

Aunque también sabes que no soy esa clase de señorita que comúnmente va a ponerte nombres ridículos. Y que probablemente lo que he escrito hoy no salga de mi boca pero sabes que estoy loca por ti. Sabes que tu compañía significa lo mejor del mundo. Sabes también que aparentemente soy “FRIA” pero tú sabes porque, solo tú sabes los motivos. Solo tu estas llegando a saber poco a poco lo que puedo ser pero solo contigo.