domingo, 12 de julio de 2020

Un texto después

Un fondo de música suave abre la herida que he ido relamiendo durante cuatro años ,intentando que cierre para dejarte ir ,para sanarme a mi ,pero es inevitable no mirar sobre mi pecho y saber que el causante de tan amplia cicatriz y dolor escribe su firma en mi ,como si no estuviese harta de saber que jamás podré borrarte de aquí (señalo mi pecho donde dicen se ubica el corazón,que hoy lo sé más que nunca).
Es duro luchar durante tantos años ,escuchar música que hace voltear mi cara y divisar aquellos momentos en donde no sabía lo que era herir ,ni ser herido,hay días en los que extraño a esa mujercita que no buscaba lastimar ,ni desordenar lo que tocaba ,pero aquí estoy desde mi habitaciòn a unos días de cumplir años sin papà,sin amigos ,sin nadie.
Suspiro...No voy a mentir ,creo que lleva tiempo saliendo casi todo mal o tal vez mi ojos divisan así la vida desde hace tiempo y no por tu ausencia ,ni por las balas tan pendejas que me lanzaste,si no porque cuando te perdí,perdí ese lado mágico de tratar de ver el lado positivo aunque por momento vuelve cuando quiero y cuando tengo tiempo de pensar.
Me resulta sorprendente verme al espejo y hacer mis comparaciones conmigo misma y ver que mientras pasa el tiempo no envejezco de la forma que he imaginado,me veo a veces con más luz aunque me cueste aceptar que a veces necesito volver a ver esas guerras perdidas y recordar porque diablos las perdí ,me acaricio la cara y me digo: “Estamos sanando,tranquila” ,junto a mi frase favorita este año :”Son procesos”.
Lavo mis dientes y vuelvo a sentarme a escribir ,las manos heladas y yo a pesar de no haber hecho nada durante todo este domingo estoy profundamente cansada y no se si de la vida y las vueltas que da o si estoy cansada de estar tan encerrada y por momentos olvidándome de quién mierda soy.