viernes, 25 de noviembre de 2016

Luces de Navidad



Lucen tan brillantes e incandescentes que queman mi quebradiza mirada y no me alumbran nada.

Ayer dispuse a mis pies a caminar, me sentía descalza, me sentía abrumada y mis pobres pies imploraban parar, imploraban paz. Sentía ahogarme al ver como poco a poco las calles se van llenando de luces de navidad, al ver a los niños sonriendo sin parar y al ver los carteles invitándonos a la “unión familia”, me sentí desgraciada y un poco desequilibrada.


Malditas las luces de navidad, malditos los carteles y las caras felices, la vida me sabe agria cada día y estoy tratando de aceptar esta realidad impuesta, tratando de imaginar que los días van a pasar y que probablemente la herida que lamo cada día sane y pase aunque al observarme cada mañana en el maldito espejo encuentre un espectro de ojos marrones, ojos que se hunden cada día sin darme tregua a cerrar la herida.


Estoy robotizada desde que no estas, sin sentido y sin ganas. Me hundo en el sillón y dejo volar mi vida mientras imagino que al despertar todo pasará sin embargo no es un sueño es la puta vida que está dándome a palos, absorbiéndome como una vil sanguijuela y no puedo hacer más porque ni la fuerza me da para poder pararme y resurgir. A pesar de que aún no he llegado a mi muerte todos los días luzco como un muerto viviente.


Otro día más sin avanzar; sin sanar. Incluso soy un boceto triste de escritora, una vagabunda que recolecta letras, un ser pobre de amor que cual hoja se seca con este sol, me quemo, me deshidrato y me voy al diablo.

12:01 Espero no ver más luces de navidad, parten mi ser como un rayo, pero no puedo ser tan idiota y pretender no verlas; a veces hay vendas que debo quitar, pero toda mi vida intento engañarme y no vomitar lo que siento por eso cada mes me ahogo y me parto, y luego me recojo a mí misma porque soy mi primer amor y mi peor enemigo.





jueves, 10 de noviembre de 2016

Un simple boceto.

FRUSTRACIÓN.


La soledad invade mi casa si pudiese dormir todo el día y morir en esa cama, lo haría.
Soy un conjunto de nervios, una mujer triste, mis ojos se quiebran al darme cuenta de que poco a poco me estoy rompiendo y que no solo mi cara luce muerta y quebrada si no desde hace tiempo vengo pudriéndome por dentro, solo que recién lo estoy exteriorizando porque ya no puedo más. ¡UNA MIERDA!


10:50 am y sigo en pijama, sigo con el cabello alborotado, lo que he desayunado no sabe a nada, ya no le siento el gusto a las cosas ni a la vida, luzco muerta y me frustro porque en algún momento de mi vida sentí tanto, era un ser humano “normal” de esos que va por la acera con un sueño con ganas de disfrutar la juventud y la vida, pero ahora soy un resumen de frustración, un chiste andante, sin vida.

10:53 am estoy escuchando “Funeral Song” y siento mi interior como un vidrio delgado siento pisoteado y quebrándose por toda la habitación, siento que mis ojos se hunden como si no hubiese un mañana no entiendo. ¿Qué estoy esperando? Ni yo lo sé, si pudiese divisarme fuera de este cuerpo pálido podría sentir pena de mi cara de ratón asustado, de ver este vacío en la habitación, sin espectadores, sin amigos ni amigas, sin familia.

El olor a vacío es hediondo en mí, puedo divisar que nada importa y si llegase a importar me desligaría totalmente, nadie puede entender. Le ruego a mi lerdo ser que trate de seguir que la vida es tratar sin embargo al llegar la tarde me quedo atascada en 4 paredes, durmiendo y despertando y así sucesivamente hasta que llega la madrugada y soy un fantasma, rondando la casa, sentándome en cuartos vacíos ,mirando a la nada.

Y es ahí donde me doy cuenta que estoy maldita, que solo soy un boceto de escritor, que no sirvo más que para dar dolor. Una persona vacía, ojos torturados, manos agrietadas, cara desvelada, corazón sincero, pero roto, una enfermedad sin remedio, un constante intento que siempre se queda en NADA.

Deshecha, inerte y enferma me dispongo a escribir hasta que duela, hasta encontrar esa palabra que me dé la estocada final, luego de eso me acurrucare en el mueble mirando a la nada y después tal vez solo duerma y dibuje hasta desangrarme.